“EL DESARROLLO DE COMPETENCIAS COMUNICATIVAS: UNO DE LOS PRINCIPALES RETOS DE LA EDUCACION SUPERIOR A DISTANCIA.”

La educación a distancia inicialmente utilizó algunos medios de comunicación masivos tales como la radio, el correo o la televisión. Estos permitían transmitir diferentes conocimientos, pero únicamente en forma unidireccional, es decir, desde el profesor y hacia los alumnos.

Se enseñaba y se evaluaba así, midiendo más que nada la memorización de esos contenidos.

En cambio, hoy hablamos de la “SOCIEDAD DEL CONOCIMIENTO” debido a la preponderancia que han tomado diversas tecnologías computacionales en el diario vivir. Estas TIC permiten tener un rápido y expedito acceso a Internet, y con ello, a múltiples fuentes de información.

Estas mismas tecnologías permiten que hoy la educación a distancia adquiera una nueva faceta, gracias a la cual es posible que tanto el docente como el alumno interactúen, ya sea en la producción como en la utilización de esos conocimientos, con el fin último de mejorar la calidad de vida de la población.

Ante esta desafiante oportunidad no debemos actuar en forma pasiva ni meramente receptiva, sino que más bien crítica y analítica, ya que todo profesional no solo deben consumir información sino que también debe usarla adecuadamente con discernimiento: todo problema real tiene siempre distintas aristas, opiniones diversas y aspectos contradictorios y por lo mismo, generalmente provocará conflictos de intereses entre los actores involucrados.

Entonces, se requiere que dichos profesionales sean capaces de acceder a esos saberes, que sean capaces de evaluarlos, analizarlos, cuestionarlos y finalmente adaptarlos a requerimientos puntuales de la sociedad.

Considerando todos estos aspectos, lógicamente no es fácil interpretar correctamente y en su globalidad una problemática, ni menos aún resolverla eficientemente.

En la educación superior, muchos profesores y muchas autoridades tienen la visión de que es suficiente con tener sólidos conocimientos de los contenidos para realizar un buen proceso educativo. Erróneamente creen que no es necesario desarrollar las competencias comunicativas.

Entonces, sería necesario modificar las tradicionales formas de educación vertical por otras más democráticas, donde todos los alumnos sean dignos de ser escuchados, donde se aprenda a ser autónomo.

No todos los docentes ni todos los alumnos reconocen la importancia ni el valor de las TIC para favorecer esa interacción y ese aprendizaje.

Por ello, solamente capacitar a los docentes en el manejo de los diferentes y nuevos medios ofrecidos por las TIC, no garantiza de ninguna manera que sean capaces de utilizarlos correctamente ya que, se debe acceder a la información, para luego discriminarla permitiendo construir y difundir esos conocimientos.

En relación a las competencias comunicativas que deberá poseer todo docente que pretenda desempeñarse eficazmente en la educación a distancia, encontramos, por ejemplo, la capacidad para escuchar, para expresarse, para interpretar y para producir diferentes tipos de mensajes, utilizando los diferentes medios ofrecidos por las TIC.

Por lo tanto, este docente deberá cumplir no solo con la función de mediar y facilitar la adquisición de saberes, sino que también con el desarrollo de habilidades y con la internalización de distintas actitudes y valores.

Para el logro de dichos aprendizajes se requiere de una fructífera interacción entre los alumnos y entre los alumnos y el docente, de forma de que se promuevan exitosas experiencias comunicativas.

Las competencias comunicativas deben desarrollarse tanto por parte de los alumnos como por parte de los docentes. Estas deben formarse y entrenarse. Es un error suponer que se desarrollan en forma natural.

Además de manejar adecuadamente las TIC y de ser competente en la comunicación, el docente que desee enseñar a distancia, deberá suplir también la falta de hábitos de estudio independiente y superar la sensación de soledad y de falta de identidad de sus alumnos. Todas estas razones por las cuales se desaniman y no continúan los estudios superiores.

Para evitarlo, el docente deberá cumplir una serie de roles: orientador en relación al área afectiva, académica en relación a los contenidos propiamente tales, e institucionales para la creación y el fomento de sólidos vínculos entre el alumno y su institución educadora.

Siempre se debe priorizar el formar (en relación a las actitudes y los valores), por sobre el informar contenidos.

Por tanto, la educación a distancia es una alternativa importante para ampliar las oportunidades y el sentido último de la educación; para lo cual las TIC son una poderosa y eficiente herramienta de aprendizaje, y no solo una amplia fuente de información.